―Por primera vez salí de la cama con una idea de unos versos para el
poema y el escrito de hoy. Ya es costumbre en la mañana de rescatar las cosas
que se me vienen a la mente. No sabía que escribirles, entonces lleno de
ansiedad, nervioso y de mal humor. Hay veces que me pongo peor cuando veo por
donde van caminando mis pensamientos, cuando los convierto en escritos. Es que
veo como sale corriendo mi otro yo, el nefasto demente, el desagradable suicida
que quiere acabar con el mundo, sí, mí mundo… el de las cuatro paredes que me
rodean. En donde yo me encierro y voto la llave. Voy y me pregunto: ¡Cuál es el
uso! Así que saco mí odio de lo mejor que puedo a través de estas líneas. Es mí
catarsis. Hasta encontrar un poco de tranquilidad y paz.
―Desde muy temprano me llegaron unos versos a la mente que inquietaron mi
mañana y día. La angustia me hizo pensar hasta en mi propia muerte.
«Lo sé, puesto que yo también caminé por ahí. Solo y destituido, no
siempre he sido un ex-de-todo, después de todo, ellos, el servicio militar, me
convirtió en lo que soy hoy. “De ello lo único que me queda es el
arrepentimiento” de haber sido un soldado americano y no uno puertorriqueño por
casi siete años. Yo sé lo que es pasar hambre. Y ser pateado por ese Calibán
del Norte, antropófago que come y daña la carne de nuestros jóvenes. ¿Es para
lo único que servimos? ¡Carne para su carnicería! Anda ve visita uno de sus
hospitales, sé que te agradará lo que verás. ¡Quiero que pienses, en que uno de
esos desdichados puede ser tú propio hijo! ¡Piénsalo! Allí con la mitad de un
torso, desfigurado, ciego, en una silla de ruedas, esperando un turno que no
llega, a pesar de su miseria, dolor tanto físico como espiritual. Pienso que un
deambulante, uno de esos adictos que se paran en las luces, tienen mejor
porvenir que estos soldados en los hospitales de veteranos. Sin vida que no sea
otra de una codependencia en una silla de ruedas. O la de un aula siquiátrica
sedado o atado. Para que no se quite la vida. Porque no se puede mirar en un
espejo.
―Para luego dejarlos que se pudran en un hospital en donde casi todos los
que trabajan ahí… O en la casa del veterano. Quienes son invisibles y fríos
con muy poca espiritualidad y piedad. Pienso que algunos de ellos les dan
lo mismo. Ese es el legado y espíritu de nuestra gran nación Americana. Para
nosotros los necesitados.
Somos, bueno, ellos son una nación que lo tiene todo. El dinero para sus
guerras, pero no para curar al enfermo, y dar trabajo al necesitado que tanta
falta hace en estos hospitales de veteranos. Hoy me siento como aquel hombre
enterrado con el nombre de: “DESCONOCIDO”. Es así que nuestra nación, trata y
cumple el juramento de cuidar de nosotros los veteranos y de los caídos. (Somos
seres que una vez juramos defender nuestra patria). Tal vez les dé gusto
haciéndonos la vida imposible. Pero esos son otros veinte pesos.Por lo mucho que me arrastré por ser un representante de esta minoridad y un
Puertorriqueño en las fuerzas armadas norteamericanas. Cuando todavía
arrastraban los ‘negros;’ (por favor no piensen que quiero ser
despectivo cuando uso esa palabra tan denigrada, pero no cabe otra), por
el medio de las calles. Aunque hoy día tenemos un presidente negro, eso no
cambia nada en mi libro ni en el suyo. Es lamentable que yo siga pensando así.
En todo caso, en un mundo en donde todavía quedan sitios como el “Chaco,
Cuba y Haití” no se equivoquen, aquí conmigo se prohíbe olvidar. Es
que yo lo viví en carne y hueso. Seremos nosotros otro epíteto más, o
seguiremos siendo ‘otros’ ciudadanos de un tercer mundo que solo servimos para
seguir desramando sangre… y llenando tumbas en el cementerio de Arlington.
¿Quién sabe?
http://veteransnest.org/
Miren ustedes aquí, esta la maldita prueba, defendemos el honor de nuestra
patria. ¿Hoy quién defiende el de nosotros, quién? La Internet esta llena de
ejemplos como estos…
―!Maldita sea!
―Para no dañar ni añadir más odio que el que llevo por dentro. Estoy
tratandode recordar los versos, creo que van así: […] ha nacido en su tierra un inmenso odio… que ella va cargando en sus cansados hombros. Una madre que no sabe que hacer: Herida y desangrándose lleva en sus ojos lágrimas de amor, y en su corazón una flor. Que ha nacido de la sangre desramada por los surcos de un largo camino que deletrean muerte. […] cuando pasa por las calles cabizbaja todos le gritan: ―¡Perla, Perla… pero ella no responde! Cuando un hijo mendigando en una luz roja… saca la mano y le pide: ―Tengo hambre, me podrías dar algo para comer. Soy veterano… ¡Ay, Dios mío, eres tú madre: Perla, Perla del Caribe! […] En el cambio de luz roja a verde… como en un bosque bifurca el sendero, sin un adiós cada cual por su camino una no tiene vida, el otro tampoco destino, ni nombre. Solo otro exsoldado más batallándose en la jungla de la calle.
[…] .
―Volví y me acosté…
Parte II
―Continuando mi día…
―Por segunda vez decidí salirme de la cama, y cuando me senté en el
retrete, leía algo de Gustavo Adolfo Bécquer de sus “Rimas y leyendas: Tres fechas”.
Y ahí encontré este cuento que de hecho no he terminado de leer. Será en otra
ocasión de necesidad. Pero me tomé la libertad de cambiarlo un poco, bajo la
excusa de la intertextualidad.
“En nombre de los poetas y de los artistas, en nombre de los que sueñan y
de los que estudian, se prohíbe a la civilización que toque a
una sola de estás «ladrillos», (lo he cambiado para: palabras y
versos) con su mano demoledora y prosaica”.
Después de haber escrito esto para no olvidar la idea de este manuscrito…
―Fui a la cocina para hacerme desayuno, ya que por ahora vivo solo,
mientras, prendo la televisión y la primera noticia que pasan es:
¡Hijo de 56 mata a madre de 92 y la entierra en su patio!
―Para evitar esos placeres enfermos de la prensa y televisión, de cómo
‘sencionalizar esa noción hipodérmica’ de todo lo malo que pasa en esta tierra.
Porque esta llena de buenos ejemplos: de viciosos, vagos y matones. Que no le
tienen miedo a nada, tal vez a sus propias sombras, para no ser el blanco de
otro plomo. Hoy he decidido no ver más las noticas, ni los titulares de esta
mañana. Porque en ellos lo único que se ve y oye son las mismas miserias del
hombre que no aprende. Tratando de convertirse en el lobo alfa, para que todos
vean la “A” tatuada en su frente de color de acero para que conste. Siguiendo
su curso de trilogía, y como un troglodita, va emulando la mona de Tarzán:
“Chita” al tratar de seguir arrastrando la virtud de los seres que lo rodean.
Por el pelo y con un mazo de acero en la otra mano. Porque cada cual que es un
gusano se enfrasca en ello, piensa que siempre seremos indiferentes ante sus
ojos llenos de inferioridades. Así se engrandecen en los puntos con la miseria
de otros, cuando no sabe que se esta ahogando en la suya. Así va mi vida bajo
el logo de un poquito de todo. Como podemos ver hay maldad en esta isla y el
que trata de cargar el mundo en sus hombros tarde o temprano: Se jode,
perdonando la frase. Por hoy esto es todo. Bajo el epíteto: “Puerto Rico lo
hace mejor.”
PD: He puesto guiones ―, para que no se confundan los párrafos cuando los
pegue, vale.